Competitividad hermanos
🏡 Cómo trabajar la competitividad entre hermanos en casa
Es muy común que entre hermanos surjan comparaciones, competencias y rivalidades. Sin embargo, cuando todo se convierte en una competición —quién termina antes, quién lo hace mejor, quién gana más veces—, es importante intervenir para que aprendan a disfrutar más de colaborar que de competir.
Aquí les dejamos algunas estrategias para trabajar este tema desde casa:
1. Eviten las comparaciones
Frases como "tu hermano ya lo hizo" o "tu hermana lo hace mejor" solo alimentan la rivalidad.
En su lugar, enfóquense en el esfuerzo individual:
✔️ "Veo que te estás esforzando mucho."
✔️ "Cada uno tiene su ritmo, y eso está bien."
2. Fomenten el trabajo en equipo
Ofrezcan actividades donde el objetivo no sea ganar, sino lograr algo juntos:
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Hacer un puzzle entre los dos.
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Cocinar en equipo.
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Inventar una coreografía o un dibujo en pareja.
Pueden llamarles: "Equipo de hermanos", para reforzar la idea de que están del mismo lado.
3. Usen una tabla de cooperación
Pueden colocar en la nevera una tabla donde sumen puntos (con pegatinas o estrellas) cada vez que:
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Se ayuden.
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Resuelvan un conflicto sin pelear.
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Renuncien a competir por decisión propia.
Cuando logren un número de estrellas, pueden ofrecer una recompensa compartida, como ver una peli en familia, hacer una merienda especial o salir al parque con papá/mamá.
4. Refuercen verbalmente los comportamientos cooperativos
Cuando hagan algo juntos sin pelear, no lo den por sentado. Háganlo visible:
✔️ "¡Qué buen equipo están haciendo!"
✔️ "Me encanta verlos ayudándose así."
Cuanto más refuercen esos momentos, más tenderán a repetirlos.
5. Establezcan normas claras y turnos
Para evitar discusiones por quién va primero o quién elige, pueden:
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Usar un calendario de turnos visible.
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Establecer reglas fijas (ej. "hoy elige uno, mañana el otro").
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Si hay que intervenir, háganlo sin juicios: "Hoy es el turno de tu hermano, mañana te toca a ti."
6. Dedíquenles tiempo individualmente
Muchas veces los niños compiten por atención. Tener pequeños momentos a solas con cada hijo/a les ayuda a sentirse valiosos sin necesidad de competir.
No tiene que ser mucho: con 10 minutos al día donde hagan algo que les guste (leer, jugar, charlar), ya están cubriendo esa necesidad.
7. Enseñen la diferencia entre mejorar y competir
A veces los niños creen que deben ser "mejores que su hermano/a". Ayúdenles a centrarse en sí mismos:
✔️ "No se trata de ganarle a tu hermano, sino de superarte a ti."
✔️ "¿Qué aprendiste hoy tú? Eso es lo importante."
8. Repitan un mensaje familiar contra la competencia
Pueden tener un "mantra familiar" que les recuerde el valor de ayudarse:
🗣️ "Aquí no competimos, aquí nos ayudamos."
🗣️ "Más que rivales, somos aliados."
Incluso pueden escribirlo entre todos y colgarlo en la habitación o la cocina.
9. Propongan "misiones en equipo"
Cada cierto tiempo, desafíen a sus hijos con pequeños retos cooperativos:
🎯 "Hoy tienen que hacer reír a mamá tres veces."
🎯 "Durante esta semana, deben ayudar al otro al menos una vez cada día."
Este tipo de juegos refuerzan la complicidad y los conecta desde el disfrute conjunto.
💡 Recuerden:
Transformar la competencia en colaboración no es inmediato, pero con constancia, atención y refuerzo positivo, sus hijos irán entendiendo que nadie necesita ganar para sentirse valioso.
Ustedes son su mejor modelo: si ellos los ven resolver conflictos sin competir, valorando lo que cada uno aporta y celebrando los logros compartidos, aprenderán a hacer lo mismo entre ellos.