Un espejo infantil con ilustraciones de distintas emociones alrededor del marco, ideal para ayudar a los niños a reconocer y expresar cómo se sienten observando su propio rostro. Favorece el desarrollo del autoconocimiento emocional y la empatía desde la primera infancia.
- Ideal para aulas, rincones de la calma y sesiones terapéuticas
- Recomendado a partir de 3 años
- Tamaño manejable y seguro para niños